Antes de escribir , pienso, antes de pensar , siento

lunes, 16 de mayo de 2011

Nuevo blog

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Lo que las nubes relatan

Nació en el campo y creció normalmente, nunca llamó la atención, ni intento brillar mas de lo normal. Creció como tenia que crecer y fue cultivado con los valores que todo ser como él, debe tener. Le enseñaron a nunca pedir mas de lo que debía recibir, también a sentir el aire fresco del viento cuando se balanceaba en una rama suelta… Aprendió el valor del agua, la tristeza de las sequías, el poder del sol y las delicias de comer. Era un ser común y normal, dentro de un mundo verde opaco y azul marino.


Nunca quiso huir de casa, ni saber que había mas allá de lo que él conocía, aunque por las noches recordaba los cuentos que en algún momento escuchó, esas historias que las nubes relatan… esos que hablaban de cantidades de aguas mas allá de lo que alguien se puede imaginar, que golpeaban brutalmente contra un piso de apariencia macizo pero suave, como pequeñas rocas que no raspan y donde el viento tiene sabor a sal. Entre en sus planes no estaba ir a ese lugar, era inevitable fantasear con escapar y rodar por ese suelo, sabia que nadie creía en las historias pero que algún día él las haría realidad. Se las contaría a sus hijos o nietos y quedarían atónitos porque por primera vez uno de ellos había tocado el imaginario mundo “Playa”.


Un día nada particular, las urracas volaron con miedo sobre el tenue cielo gris de las madrugadas, y el silencio advertía con ansias que algo fuera de lo normal iba a suceder. Aunque no muy común, en el momento más pensado… Una luz blanca intensa proveniente del cielo se abrió paso para buscarlo, se escondió lo mejor que pudo, pero era inevitable, la fecha estaba marcada y sabia que venían por él. Nada pudo evitar su secuestro, se fue flotando escuchando a lo lejos los llantos adoloridos de seres que jamás volvería a ver y el se iba despidiendo en silencio.


Despertó dentro de un espacio grande y vacío, silencioso pero perturbador. A su alrededor cientos de objetos que nunca había visto. Sintió que lo bañaban, lo medían, lo analizaban… se sintió como un objeto mas de todos los que estaban ahí. Después de experimentar con él, lo depositaron en otro cuarto aparentemente vacío, pero cuando enfoco bien la mirada, se encontró rodeados de supuestos “cadáveres”, pero no estaban muertos… parecían, pero no lo estaban. (Como si algo les había robado las razones porque vivir). Nunca había sentido un miedo parecido, aunque se sintió aliviado cuando un ser omnipotente lo elevo y lo puso sobre una superficie circular, parecía tranquilo y fresco. Pero el aire no era igual que el del campo… era mas helado y menos saludable.


Para tranquilizarse comenzó a fantasear, pensaba en ese lugar “Playa” y en lo que habría pasado, si hubiera podido ir… pero en medio de su imaginario mundo, de repente y de forma abrupta, atraviesa dentro de su cabeza un metálico objeto que terminaba con una punta afilada. Se introdujo muy lentamente causándole un gran dolor. Pero no sabia que lo que venia a continuación iba a ser mas insoportable, el objeto comenzó a girar en espiral, arrancándole la piel a pedazos, en salvajes cortadas. Al terminar, ahí estaba completamente desnuda, la naranja… en medio de todos los comensales…pensando en lo mucho que le hubiera gustado ir a la “Playa”.

lunes, 25 de abril de 2011

domingo, 10 de abril de 2011

Destinados a ser lo que nunca fuimos


Siempre te gustó ser de esos amores no correspondidos, te gustaba llevarle la contra a la sociedad. Llevabas dentro tuyo un anarquismo feroz que ladraba pero no mordía. Ese pelo alborotado donde se enredaban tus sueños al salir, y ese caminar de tus pies descalzos que hacía preguntar ¿por que lo hacías? A lo que siempre se escuchaba tu respuesta de que te gustaba sentir el peso de las dudas en cada paso que dabas. Enamorada de la vida y de tus creencias en el transcurrir de los años me conociste por error, aunque siempre he creído que a Dios le gusta equivocarse para sentír ese misterio de no saber que podrá pasar. De esa forma bautice a nuestro encuentro repentino (que de repentino no tiene nada, ya que fue voluntad mía conocerte) como una equivocación de Dios.


Antes de saber de tu existencia, yo tenía un nombre, un numero de cédula, una identidad, una ideología, etc… Todas esas cosas ridículas que yo valoraba y que no te costó nada borrar de mi cabeza. Después de conocerte fui y seré algo que no sabe que es. Pero que no siente miedo de serlo cuando esta junto a tí, correspondiste a esta moción y siempre sentiste gran gusto en salir conmigo… Salíamos… Salíamos mucho… y de tanto salir algo entro en mí, golpeo fatalmente cerca del esternón y entró irrespetuosamente en el mismo lugar donde guardaba recuerdos de meses pasados. Me hice de oídos sordos a tus amenazas, esas que repetías con una sencillez única proveniente de tí -No te vayas a enamorar- Me lo dijiste hasta el cansancio, tanto que en mi psicología inversa vi necesario caer profundamente enamorado de algo que no tenia piernas para caminar a un futuro.


A tu buena suerte pasó el tiempo y fui cobarde, nunca hable de mas, ni busque la forma de decirtelo. Pero sentía no muy dentro mío algo muy incomodo, sentía que ya estabas enterada de todo, no sospechaba que no sabias sino que no te importaba. Pero a este sentimiento mío sobre tu quemeimportismo le atacaba brutalmente tu cariño inesperado hacia mí, parecíamos algo que nunca fuimos y fuimos algo que nunca debió ser. La sociedad nos vio con ojos de amor y yo bailaba contigo en mis sueños, mientras escuchaba "si tu atreves" de Luis Miguel en el fondo de mi cabeza hueca. Confieso haberte escrito unos poemas y haberte dedicado unas canciones que nunca salieron de mi boca. Me prometí de la forma mas cursi hacerte felíz sin esperar nada a cambio y de misma forma para alcanzar tu felicidad decidí dejarte libre de algo a lo que nunca estuviste presa.


Abrir un viejo álbum de fotos y verte de nuevo hace sentir sobre este cuerpo avejentado, el palpitar de un corazón al cual le pesa los años. -Ya no estoy para esto- me repetí una vez mas y decidí cerrarte lentamente. Te ví dentro del cuerpo de mi esposa, sonreí y me prometí ser feliz por unos años mas sin extrañarte.



jueves, 24 de marzo de 2011

Que los muertos entierren a los muertos


Las malas noticias viajan más rápido y los rumores no precisan transporte para llegar a los oídos de los interesados. De esa forma llego a mis puertas laterales el mensaje de que el hermano de mi madre había fallecido, ese comentario no solo entró indiscretamente a los oídos de todos mis familiares, sino que se dedicó a patear úvulas para sacar lágrimas por medio de salvajes punta pies. En mi casa ya eran comunes las lluvias saladas pero aun así la muerte siempre es esa visita que nadie espera y ni se quiere recibir, pero como parte del proceso de la vida, muy a nuestro pesar le llego la fecha de expiración a mi tío.

Juan fue un hombre trabajador, honesto, gritón, sin pelos en la lengua, mal hablado pero sin duda alguna, un hombre entregado en lo que hacía. Fueron los comentarios que salían de la boca de mi madre en el viaje que emprendimos desde nuestra casa hasta al lugar del velorio y que siguió repitiendo, tanto asi que ya las palabras llenas de cansancio perdían fuerzas para llegar a nuestros oídos. El velorio (muy en contra de la opinión de todos los presentes), se realizo en la casa en donde residió los últimos años de su vida mi tío, al parecer fue la última voluntad de él o algo así decía el abogado (Lo ignoramos ya que la melancolía era muy fuerte como para ponernos a discutir). En ese momento llego la otra hermana de mi mama acompañada de su hijo, un primo mío, el cual había optado por ser mudo y solo hablar cuando tenga algo bueno que decir (Una moción que yo apoyé, ya que en este mundo se habla sin decir nada). Acompañado por la presencia de mi primo me acerqué a la sala donde se estaban sirviendo café unos señores de trajes elegantes que hablaban de la pena que les causaba la muerte de mi tío y la pena que les provocaba el hecho de que ya no les podrá pagar las deudas que había fabricado. Comentarios similares escuchamos a lo largo de nuestra estadía en el viejo hogar pero no les dimos mayor importancia.

Mi madre que seguía acongojada por el suceso decidió quedarse a dormir ahí “haciendo compañía a su hermano” y nosotros con la misma intención de mi madre decidimos quedarnos haciéndole compañía a ella. La casa era espaciosa y llena de habitaciones las cuales escondían los asuntos y negocios que mi tío llevo durante su vida. Mi primo y yo llenos de ilusión infantil nos imaginábamos como investigadores decidiendo recorrer la casa para averiguar quién fue el culpable de la muerte de nuestro pariente (Ya sabíamos que fue un fallo en el ventrículo derecho) pero aun así nos lanzamos a la búsqueda del supuesto asesino. Sin miedo caminamos por toda la casa detrás de huellas y señales que no existían, -tal vez ha dejado un tesoro escondido- pensamos, y entramos irrespetuosamente al dormitorio del occiso. Caminamos muy lentamente cargando el alma y sin zapatos por la habitación, sin hacer el mas mínimo ruido. No lo hicimos por miedo, tal vez lo hicimos por respeto más que por otra cosa, pero aun así entramos y comenzamos a revisar todo lo que se ponía a nuestro paso, sin necesidad de destruir, abríamos sobres, ojeábamos revistas, revisábamos cintas de audio y de video que estaban guardadas en el closet, pero lo que claramente llamó mi atención fue una carta, que mi tío le dirigía a un viejo amigo de él, donde en palabras muy sencillas y satíricas, explicaba su idea de huir hacia Chile, dejando en la quiebra a muchas personas con las que trabajó, más de un millón de dólares en deudas y sueldos que no pensaba pagar, estaba esperando que el banco le embargue todas sus propiedades, ya que fruto de la deshonra y mal juicio había comprado unos viñedos allá en el Sur de Latinoamérica, parecía un plan perfecto que perjudicaba a centenares de personas, pero la muerte lo alcanzo primero y los planes se quedaron en tristes ilusiones macabras que lamentablemente fueron las ultimas ideas en las que pensó mi tío antes de morir.

Yo seguía perplejo mirando la carta y dando vueltas al pasaje de avión que se encontraba dentro del sobre, gritando y maldiciendo la clase de persona que era mi tío. No me había percatado que mi primo se había quedado quietamente tranquilo en el baño mirando fijamente hacia un objeto, me acerque rápidamente para saber que ocurría, pero el impacto fue mayor cuando vi el cepillo de dientes que había cautivado la atención de mi compañero. Estábamos atónitos ya que el cepillo estaba envuelto con pelos, mi primo lo cogió sutilmente con los dedos, le clavo la mirada una vez más, sonrió y dijo – Ja… no tenia pelos en la lengua-

martes, 15 de marzo de 2011

Sin sentido completo, ni autonomía sintáctica

Al despertarse se dio cuenta del lugar en el que estaba, poco minutos habían transcurrido desde que sintió el aire artificialmente creado y el dulce sabor a tabaco que deja la canción “tell her” en sus labios. Se vio petrificado sin entender razones, dentro de un cadáver lleno de libros y personas. Tenía labial rojo y un pantalón esos que aprietan las caderas, un pelo liso negro alquitrán que curvaba con esas noches tenues donde los poetas se pierden, él se quedo admirado por su presencia y por la autobiografía de Mick Jagger que llevaba en sus brazos -claro está, un estilo tan poco común solo proviene de una fanática de los Rolling Stones- pensó. Pero el destino se volvió incoherente en el momento en que con sutileza se movían los pasos de ella hacia él. El idiota aquí en cuestión, persona aquel que mal entiende todo los sucesos a su alrededor, confunde de coqueteo el hecho de que ella se le acerque sin intención y todo esto mientras el sostenía “Historias de Cronopios y de Famas” en sus manos, (libro que a futuro seria de su propiedad). Mientras discernía si responder el supuesto coqueteo o seguir distraído con Cortázar, una mujer con un volumen que doblaba el de ella se escabullo para entrar en medio de los dos, esta tercera persona se quedaría ahí hasta que “la del labia rojo” retrocediera unos pasos hacia la sección de literatura contemporánea y miraría con discreción la espalda de nuestros protagonista, como es común él sintió un escalofrió que causa una mirada fija de alguien que no está en nuestro alcance óptico pero lo confundió (como la mayoría de cosas) con la sensación que se provoca después de leer unas buenas líneas de un libro. El respondió con un rascar de sus dedos de la mano derecha en su nuca y ella decidió agachar la mirada hacia el libro en sus manos.

El reloj lleno de vida había emprendido su viaje tres minutos hacia el futuro y el enemigo llamado tiempo hartó y cansó las piernas de la mujer, pero en cambio fomentó en él un aumento de intriga hacia el libro el cual lo hizo retroceder unos pasos para coger fuerzas y descansar en la pared en la que ella estaba, estos movimientos causaron en seguida una nueva atención y una disposición de parte de el hombre en querer comenzar una conversación. Sospecho en decir -veo que te gusta la música- pero al instante cayó en cuenta de la idiotez que pensó y pensaba decir, así que comenzó a reformular nuevas frases con la cual podría crear el abre-boca de una interesante tertulia. En el tiempo cronológico en el que el tomo la decisión de abrir los labios, ella en cambio siguió la moción de tirar bruscamente el libro en el estante de al frente y alejarse rápidamente, él perplejo la vio pasar lentamente por la puerta y observo como ella se viraba a verlo mientras su pelo se movía al compas del sonido de sus zapatos de plataforma, triste y lleno de una decepción única que solo se siente cuando se pierde una gran oportunidad, descubrió en ese instante que una vez que se prueba las decepciones estas tienen un ligero sabor a alcohol que quema la boca, rápidamente busco un lugar donde sentarse y lo encontró a lado de un caballero el cual supone que estaba ahí simplemente por el hecho de asesinar el tiempo mientras esperaba a alguien. Él no se distrajo por los ruidos que hacía el señor con el que compartía el asiento pero si por la presencia de dos mujeres a su frente que hablaban y hablaban… esa actividad no lo sorprendió pero si el hecho que no entendía nada de lo que decían, parecían murmurar tan bajo que solo se escuchaban susurros inentendibles. Él se comenzó a asustar ya que era lo único que escuchaba, todo el lugar se había quedado callado y solo se oían los diminutos sonidos que salían de la boca de estas mujeres, enseguida sospecho de su cordura y comenzó a mover en signo de impaciencia su pie. No se sentiría tranquilo hasta no escuchar algo que entendiera o hasta dejar de sentir la indiferencia de las personas que lo rodeaban, quiso minimizar esa absurda “tontera” (como él catalogo) leyendo el libro que tenia, entonces cayó en cuenta que lo había dejado en el estante, pensó en levantarse pero supo en seguida que si lo hacía perdería su asiento ya que habían muchos buitres a su alredor con ganas de sentarse, así que se quedo ahí intentando descifrar lo que decían las mujeres, seguía perplejo hasta que logro escuchar la siguiente frase “L’amour est aveugle.” La cual reconoció en seguida “el amor es ciego" dijo en voz alta lo cual inevitablemente causo una sonrisa en las mujeres que estaban al frente, se contento y pensó – francés, era tan obvio… Francés… el lenguaje del amor… Amor?- y las neuronas al acentuar en su cabeza esa tan pequeña palabra comenzó a mandar choques eléctricos por todo su cerebro para hacer memoria de todos sus amores pasados, presentes y mientras pensaba en futuros… su mirada se enfoco en una pareja mayor que bordeaban los 60 años, la mujer estaba leyendo un libro de Mario Vargas Llosa y el hombre no podía dejar de ocultar su desprecio hacia el hecho de perder su domingo acompañando a su esposa y peor aun de estar solo viéndola leer.

Al momento nuestro protagonista comenzó a girar la cabeza de lado a lado formando un arco de ciento ochenta grados para prestar la mayor atención de lo que sucedía en todo el espacio en el que él estaba, el había transformado ese lugar, ese asiento, ese momento en su propiedad, era de él y de nadie más, todos quienes estaban ahí eran ahora parte de él y él ahora era parte de todo. Pero mientras sentía ese éxtasis tan Budista de sentirse uno solo con el espacio y con todo lo demás que lo conforma, sintió también el dedo de uno de los trabajadores del lugar en su hombro, se viró y rápidamente confirmo que esa acción que alteraba su sentido del tacto lo acompañaba la frase – si no piensa comprar nada, le pediría por favor que se retire- enseguida se levanto maldiciendo el lugar y todo aquel que estaba adentro y juro nunca regresar ni pisar de nuevo ese maldito piso de madera rojiza que golpeaba con odio mientras se iba. Dos días después volvió de nuevo al lugar, era obvio… sentía un vacio muy grande dentro de él, se le había olvidado la razón por la cual entro la anterior vez, esa razón que lo hizo vivir todo eso que nunca había sentido ante y que a muy temprana edad nunca pensó en sentir…se la había olvidado comprar “Historias de Cronopios y de Famas”

miércoles, 9 de marzo de 2011

El mundo no dara importancia

El mundo no le dará importancia a las letras escritas

Sobre el papel húmedo que tengo en manos,

El mundo no dará cuenta ni cobrara favores de lo que ahora hago,

Entre tantos poetas muertos y famosos uno mas no llenara de amor bizarro

Al pensamiento crítico del mundo hacia quienes escribimos para calentar los brazos.


Pero aun así soy de aquellos poetas mal bautizados

Que no merecen titulo ni amores correspondidos,

Soy de aquellos condenados,

Consagrados a la luna que alimentan de fortuna

A quienes cansados andan de las epidemias

Del yo, contigo,

Soy de aquellos que se ahogan en bohemia

Para no tener que despertar y mucho menos buscar

Patria oculta sin bandera llamada “olvido”


Y aunque endeble y sutil pase el tiempo

Y cada vez mi palabras carguen menos sentido,

Y que mi voz se repita al cansancio

Que ya ni fuerzas le quedaran para llegar a tu oído,

Aquí estoy escribiéndote un poema más del cual confieso

Ser el primero de tu autoría

Confieso también que espere que el azar

Te encendiera el alma de antojos de quererme

Y que el sol te enamorara

De mis ojos cuales te mentían vilmente


Mientras el mundo pasa atacado y azotado

Por el hambre y la pobreza,

Yo sigo aquí cual guarida escondido

Dedicándote un poema para que me dé fortaleza

De explicar lo voluble que me has hecho,

Tanto así de querer ser un gato

Paseándose por los techos

De la bipolaridad que llevas puesta

Y tirarme al suelo como pez

Viviendo en el mar de tus apuestas